Reflexión higiene femenina


En esta cuarta entrada del Diario de aprendizaje llevaremos a cabo una reflexión sobre un artículo de prensa publicado en el diario El País (2021) por Lucía Franco, en el cuál, se nos presenta una realidad femenina que causa una desigualdad latente: la pobreza menstrual. 





Los profesores solicitan productos de higiene femenina en los colegios para combatir la pobreza menstrual 

En España estos productos tienen un 10% de IVA y son considerados artículos de lujo. Los profesores entregan más de 26.000 firmas en la Asamblea de Madrid pidiendo soluciones. 

“Una vez al mes, algunas de sus alumnas, según cuenta, se ven obligadas a acudir a clase con pedazos de tela o fragmentos de papel que, de manera precaria, tratan de contener la sangre que mancha su ropa interior. Para sus familias, la posibilidad de adquirir productos de higiene íntima femenina es poco menos que un imposible. Algunas de ellas, avergonzadas, optan por no ir a clase cuando tienen el periodo, lo que trae consigo una insospechada consecuencia más: la pobreza menstrual genera fracaso escolar. “Las detecto porque, sin importar el frío o el calor que haga, las chicas que viven esta situación vienen una vez al mes con un jersey anudado a la cintura para taparse por si acaso se mancharon. No se sienten seguras ni protegidas”, afirma Labrador. 
El absentismo escolar de estas adolescentes supone una desventaja frente al resto de estudiantes cuyas oportunidades en la educación pública en teoría deberían ser iguales: “Cuando he hablado con los padres, me han dicho que prefieren que sus hijas se queden en casa durante esos días para que puedan estar más cómodas y usen menos compresas"

Como podemos observar, en este artículo se nos evidencia cómo algunas adolescentes se ven obligadas a faltar a la escuela durante sus períodos menstruales debido a la falta de acceso a productos de higiene menstrual adecuados y, por lo tanto, una clara relación entre la pobreza menstrual y el fracaso escolar. Se nos señala que, además, la vergüenza asociada con la menstruación también puede llevar a la exclusión social y el aislamiento, hechos que afectan directamente a la autoestima y la confianza en sí mismas.
No obstante, además de afirmar que la pobreza menstrual está ligada al bajo rendimiento escolar, también se nos habla del gran tabú que sigue constituyendo todo el tema de la menstruación en los centros educativos por parte de educadores y educandos. 

"La pobreza menstrual genera fracaso escolar"




Con respecto a los tabúes en torno a la salud menstrual, el artículo sugiere que la falta de acceso a productos de higiene menstrual y la falta de educación sobre el tema pueden contribuir a la estigmatización y la vergüenza en torno a la menstruación. Así, es posible que algunos estudiantes sientan que la menstruación es un tema tabú o vergonzoso para discutir en clase.
En algunos casos, los centros educativos ofrecen productos de higiene menstrual para estudiantes que no pueden permitírselos. Sin embargo, como indica Franco en el artículo, en la mayoría de los casos estos programas son limitados o insuficientes.
En cuanto a la regulación del precio de los productos de higiene menstrual, es posible que haya varias razones para esto. Una posible explicación es que los productos de higiene menstrual no son considerados una necesidad básica por parte de los responsables de la toma de decisiones. Además, las empresas que fabrican estos productos pueden tener un gran poder de mercado y pueden ser capaces de mantener los precios altos. En el caso de las mascarillas para COVID-19, la demanda aumentó significativamente durante la pandemia y puede haber sido necesario regular los precios para evitar el aumento injustificado de los precios.
Ahora bien, en lo que concierne al estigma, tabú y falta de regulación del precio de los productos de higiene menstrual, la baza que impide su necesaria normalización es el estigma y la misoginia interna en la sociedad patriarcal. 
Por esta razón, para poder mejorar esta situación, es preciso educar a los más jóvenes y concienciar a toda la sociedad sobre la desigualdad existente a través de mensajes claros y reivindicativos en los que se presente la menstruación no como un tema a tratar, sino como una realidad natural de nuestra vida. 

Referencias: 
Lucía Franco. (2021).  Los profesores solicitan productos de higiene femenina en los colegios para combatir la pobreza menstrual. El País, 1-7. 

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